El 3 de julio de 2022, Metallica sacudió el estadio de San Mamés en Bilbao como parte del Bilbao Bizkaia Rock Day, un festival que reunió a miles de fanáticos del heavy metal en un evento inolvidable. Esta actuación marcó el regreso de la banda a la ciudad tras 15 años de ausencia, desde su último concierto en el Bilbao BBK Live 2007. Con un setlist cargado de clásicos y una puesta en escena imponente, la banda californiana demostró por qué sigue siendo una de las más grandes de la historia del metal.
Desde el inicio del concierto, Metallica dejó claro que la noche sería legendaria. Abrieron con «Whiplash», un tema cargado de velocidad y agresividad que encendió a la multitud desde el primer riff. A partir de ahí, la banda ofreció una selección de sus mayores éxitos, incluyendo:
🔥 «Creeping Death»
🔥 «Enter Sandman»
🔥 «Harvester of Sorrow»
🔥 «Wherever I May Roam»
🔥 «Nothing Else Matters»
🔥 «Master of Puppets» (cierre épico del show)
Cada canción fue coreada por los miles de asistentes, que se entregaron por completo a la energía arrolladora de James Hetfield, Lars Ulrich, Kirk Hammett y Robert Trujillo.
El montaje del concierto estuvo a la altura de las expectativas. Una impresionante producción de luces, pantallas gigantes y efectos especiales acompañó la presentación, sumergiendo al público en la atmósfera cruda y poderosa de Metallica. El sonido atronador del estadio hizo vibrar a los fanáticos, quienes disfrutaron de cada riff y solo de guitarra con intensidad.
Sin embargo, no todo fue perfecto. Durante el último tema del show, se registró un problema de sonido que afectó la calidad del cierre. Aun así, la energía de la banda y la entrega del público hicieron que este inconveniente pasara casi desapercibido.
El Bilbao Bizkaia Rock Day fue un evento de gran éxito, a pesar de la cancelación de Weezer, una de las bandas teloneras, pocas horas antes del concierto. Aún así, Metallica logró que el festival brillara con luz propia.
Los asistentes describieron el concierto como una experiencia inolvidable, destacando la potencia de la banda y la conexión con el público. En redes sociales, los fanáticos compartieron videos y comentarios entusiastas sobre la actuación, mientras que la crítica especializada elogió la solidez del grupo y la calidad del espectáculo.
Metallica demostró una vez más por qué es una leyenda del heavy metal. Con una combinación de nostalgia y poderío, el concierto en Bilbao fue una de las noches más memorables para los seguidores de la banda. San Mamés vibró con cada acorde, confirmando que, después de más de 40 años de carrera, Metallica sigue reinando en el mundo del rock y el metal.
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